miércoles, 12 de octubre de 2011

Recomendaciones para salvar la economía de Cataluña (y el resto de regiones Españolas)

Me voy a permitir dar unos consejos básicos de sentido común más que de economía y de paso tratar de refrescar la mente de muchos, por la economía española no se ha hundido de repente y es fácil encontrar causas en un pasado cercano.

En Cataluña en vez de cerrar hospitales quizá prefieran empezar por cerrar sus múltiples embajadas por el mundo, que carecen de sentido y cuyos asalariados son amiguetes de los políticos de turno, el hermano de Carod Rovira era el responsable de la de París con un sueldo escandaloso. De cerrar embajadas aún no he oído nada. También cabe recordar los curiosos estudios encargados a amios de la Generalidad por el año 2006 cuando se pagaban 60.000 EUR por un estudio sobre la cría del mejillón tigre. Sobre supresión de tonterías tampoco he oído nada.

Por último en la zona catalana cabe recordar la "deuda histórica" que nadie sabe de donde salió ni cuando se acaba y que todos los españoles seguimos pagando religiosamente cada año en los presupuestos del Estado. Como contribuyente que soy me gustaría que nos devolvieran todo el dinero porque despues de años de aportaciones a Cataluña es obvio que lo han desperdiciado. Tambie hay que poner fin al pago de tonterías políticas sin sentido, pero tampoco he oído nada sobre esto. La solución aquí pasa realmente por cambiar la ley electoral para que unos miles de votos no gobierne a millones de españoles.

A nuestro recien jubilado Tino Areces le cabe recordar impulsos faraónicos en La Laboral, con un caro despacho para si mismo. Creó la TPA, una televisión que nadie necesitaba salvo él mismo para hacerse publicidad, con todos sus altos cargos con sus plazas impugnadas ante la justicia por asignación irregular. Muchas otras obras ridículas para contentar a alcaldes de su propio partido pero de pueblecitos irrelevantes licitando tramos de autovía entre lugares sin sentido mientras Asturias lleva más de 40 años sin conexión de Autopista con Cantabria y Galicia, los últimos tramos siguen siendo la carretera general de cuando Franco llevaba pantalón corto.

En resumidas cuentas, despilfarro a manos llenas que nadie ha hablado de cortar, sino de recortar en otros lados como la sanidad o los servicios realmente necesarios, porque la "sopa de boba" de la que siguen viviendo unos cuantos no se toca.

Un ciudadano cualquiera